
Corrió 100 kilómetros, amamantó a su hija y ganó la carrera con media hora de desventaja
La historia de Stephanie Case es un ejemplo inspirador de determinación, pasión y equilibrio entre la vida personal y profesional en los 100 kilómetros del ultra trail Snowdonia.
A solo seis meses de dar a luz a su primer hijo, esta corredora canadiense se embarcó en la ardua tarea de participar en el Ultra-Trail Snowdonia, una carrera de 100 kilómetros a través del impresionante paisaje del parque nacional de Eryri, en Gales.
Lo notable de esta hazaña es cómo Case logró combinar su compromiso con la maternidad, específicamente el amamantamiento de su hija, con su amor por las competencias de ultramaratón.
Stephanie Case se presentó a la línea de salida de la Ultra-Trail Snowdonia, no solo para desafiar sus límites físicos sino también para recuperar -según dijo- su “cordura y ligera locura” después del parto.
Inicialmente, Case no estaba enfocada en marcar un récord en rendimiento, sino en volver a conectar con el deporte que tanto amaba y despertar esa sensación de libertad que la carrera le proporcionaba. Aunque se había inscrito seis meses antes del nacimiento de su hija Pepper, esta ultramaratón representaba su regreso a las competencias desde que había iniciado su viaje de maternidad.
Un reto de 100 kilómetros
A pesar de comenzar 30 minutos después que el resto de los corredores debido a su tiempo personal y prioridades de amamantamiento, Stephanie acabó ganando la carrera de 100 kilómetros, terminando en 16 horas, 53 minutos y 22 segundos.
Este logro, capturado en un emotivo posteo en su cuenta de Instagram y en publicaciones de medios como People y ABC, no solo resaltó su capacidad atlética, sino también su habilidad para adaptar su estilo de vida a las nuevas responsabilidades.
Uno de los aspectos más inspiradores del relato de Case es su empeño en amamantar a su hija en todo el proceso de la carrera. Durante la Ultra-Trail Snowdonia, no solo utilizó los descansos de ayuda disponibles para alimentar a Pepper, sino que los organizadores le concedieron un descanso adicional exclusivamente para ello. Este acto subraya un compromiso firme no solo con su rol como atleta, sino también con las necesidades de su hija.
La decisión de continuar con la lactancia durante una competición tan exigente refleja una visión clara sobre el equilibrio necesario entre la vida personal y profesional de una madre. Case demuestra que cumplir con las responsabilidades maternales y seguir los sueños personales no deben ser mutuamente excluyentes. Este enfoque desafía las expectativas tradicionales impuestas a las mujeres, enfatizando que las madres pueden seguir alcanzando sus metas personales mientras cuidan de sus familias.