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Capilla Sixtina y Museo del Vaticano: ¿Vale la pena visitarlos?

Cuando uno visita Roma, sin lugar a dudas hay varios sitios que uno se muere por conocer. El Coliseo Romano, el Monte Palatino, el Foro, cientas de esculturas, la Fontana Di Trevi, la Basílica de San Pedro…y obviamente, la Capilla Sixtina y el Museo del Vaticano.

Antes de ir al tema que abordaremos, aclaramos que este artículo tiene un 100% de experiencia personal y de mirada subjetiva. O sea, es MI OPINIÓN, por lo que puedes no estar de acuerdo y opinar algo diferente.

Simplemente escribo para que alguien tome referencia y tenga en cuenta ciertos detalles si es que decide al menos tener en cuenta el visitar la Capilla Sixtina y el Museo del Vaticano.

Eso si. ¿Cuándo es mejor visitar? El mejor momento para visitar el Vaticano es durante la temporada baja; puedes esperar menos multitudes, un invierno frío y un acceso más fácil a las principales atracciones. Los mejores días para visitarlo son los martes, jueves y viernes.

¿Cuánto cuesta la visita? Si se va al momento y se saca el ticket, 18 euros. Los sábados hay una gran fila.

¿Cuánto tiempo se demora? Entre dos y cuatro horas dura la recorrida.

La recorrida

A la hora de visitar el Vaticano, la plaza y la basílica de San Pedro son dos sitios imperdibles y gratuitos.

Son altamente recomendables, ya sea porque no tienen costo, sino también por su significancia histórica y belleza.

La Basílica, por su imponencia y antigüedad, es un lugar que se podrá apreciar más allá de la religión de cada uno, por lo que recomendamos disfrutar.

Código de vestimenta

¿Cómo hay que ir vestido para entrar al Vaticano? La entrada en los Museos Vaticanos, la Capilla Sixtina, la Basílica de San Pedro y los Jardines Vaticanos sólo se permite a los visitantes vestidos decorosamente.

No se admiten prendas sin mangas y/o escotadas, ni pantalones cortos que no cubran hasta las rodillas, minifaldas o gorras.

¿Qué días está abierta la Capilla Sixtina? ¿Cuándo es gratuita?

Los días de apertura son de lunes a sábados. El último domingo de cada mes se encuentra abierta al público (con acceso gratuito desde las 9:00 hasta las 12:30 h. Cierra a las 14:00 h.)

¿Qué es lo qué veo?

Los Museos Vaticanos (Musei Vaticani) son un enorme complejo de galerías que albergan algunas de las obras de arte más importantes de Italia, desde pinturas y esculturas hasta tapices y antigüedades clásicas. Kilómetros de pasillos de los Museos Vaticanos conectan edificios y patios que albergan la Pinacoteca, el Museo Egipcio, la Galería de Tapices, el Museo Pío-Clementina y la Galería de Mapas.

Pero las joyas de la corona son la Capilla Sixtina, famosa por el techo de Miguel Ángel y El Juicio Final , y los frescos del siglo XVI en las Salas de Rafael.

¿Vale la pena ver el Museo y la Capilla?

El Museo, como tal, tiene una infinidad de piezas antiguas imperdibles. A pesar de ello, el gusto por ver un busto de un emperador es muy personal. Y más si hay una cantidad interminable de ello.

¿Qué me ocurrió en lo personal? Que de mil, disfruté los primeros cinco. El resto, al no tener la experiencia suficiente por falta de conocimientos en la materia, comenzaron a aburrirme.

Obviamente, el guía introdujo una serie de historias que animaron el momento, pero después de la décima estatua del siglo III, uno comenzó a querer retirarse del lugar.

Teniendo en cuenta esto, también es cierto que la cantidad de gente que visita el sitio hace, en cierta medida, algo engorroso el caminar por el Museo.

En ese momento uno comienza a desear ir a ver directamente la Capilla Sixtina con ansias, pero nada es peor que ello. Varios cuartos anteriores harán que la ansiedad aumente de cero a cien en un santiamén.

Lamentablemente, si bien uno atraviesa cuartos con mucha historia, lo cierto es que las ganas de llegar a ver la Capilla hacen que se pierda su importancia tal como la podríamos apreciar en otro momento.

La Capilla…el momento esperado

Recomendamos anteriormente leer un poco de historia al respecto antes de visitar el lugar, así uno evita llevarse sorpresas, como el notar que es un espacio pequeño.

Si bien los guardias de seguridad le solicitan a todos hacer silencio, es algo casi imposible, y la cantidad de personas en la sala, harán que la paz y tranquilidad que permitirían apreciar este sitio histórico se vea alterada.

Por lo que un recorrido hasta la Capilla, teniendo al lugar como el principal de la recorrida, hará que uno llegue al sitio con cierta saturación y cansancio, y que la pequeñez del sitio, sumado a la cantidad de público y el pedido del personal del lugar de retirarse tras apreciar el techo, hagan que las grandes expectativas desaparezcan.

Ahora bien, si todo esto no apaga la llama de querer apreciar el sitio, entonces usted no debe perder ni un minuto más y debe ingresar sin dudas.