Kilian Jornet: «Nos creemos el discurso de ‘si quieres, puedes’ o ‘nada es imposible’, y eso es mentira»

Kilian Jornet, el campeón del UTMB ha hablado sobre muchas cosas en la entrevista concedida a Gogorza para El País: el deporte, las montañas, la presión mediática o las redes sociales, entre otras cosas.

Dice Óscar Gogorza que Kilian Jornet no es sólo «el prodigio físico capaz de arrasar en ultramaratones, carreras de esquí, de montaña o desafíos en las cimas más elevadas del planeta». El periodista del El País también define a este corredor como «un fenómeno en el universo de la mercadotecnia» capaz de alcanzar «una posición que le permite defender causas globales».

Y razón no le falta. Lo cierto es que cada palabra de Kilian Jornet suena como si saliera a través de un altavoz potente. Él se ha convertido en toda una eminencia deportiva y mediática (aunque a él le guste estar lejos de los focos) y sus reflexiones llenas de sabiduría calan hondo.

El campeón del UTMB ha hablado sobre muchas cosas en la entrevista concedida a Gogorza para El País: el deporte, las montañas, la presión mediática o las redes sociales, entre otras cosas.

El ego, un motor hacia la perfección

Reconoce que se encuentra en «un buen momento porque siento que no necesito demostrar nada», algo en lo que probablemente estén de acuerdo todos aquellos que hayan seguido su trayectoria.

Afirmar hacer las cosas «porque quiero». Ahora, «el ego» o la necesidad «de situarte en el mapa» que tienes cuando eres joven, han desaparecido.

Aunque Jornet reconoce que han sido importantes en su carrera. «El ego es necesario hasta cierto punto si quieres hacer algo que te motive, que te saque de tu zona de confort, pero entendido como un orgullo de uno mismo».

El atleta lo entiende como un motor que nos lleva a buscar cierta perfección. Pero advierte, puede ser negativo «si no está proporcionado respecto a la realidad».

Las redes sociales y la salud mental

Las redes sociales han traído al mundo «una presión enorme que antes no existía», explica Kilian. «Entrenabas en la sombra y competías y nadie se enteraba».

Ahora, por el contrario, todo se ha convertido en público y ha generado una presión para los jóvenes, que «se siente observados».

Kilian apunta al daño de ciertos discursos: «Nos creemos el discurso de ‘si quieres, puedes’ o ‘nada es imposible’, y eso es mentira porque cada cual tiene las capacidades fisiológicas que tiene».

Por eso el atleta invita a hacer un uso razonable de las redes. «Se lanzan mensajes superfluos y no se busca la parte de reflexión», algo que Kilian trabaja muy bien en sus perfiles públicos.

«Deberíamos pensar si lo que publicamos aporta o no aporta algo», continúa. Y habla del gran reto al que se enfrentan las nuevas generaciones: «Acostumbrarse a las redes para que no dicten nuestra vida».

«Intento aprovechar esa atención para poder mandar mensajes que considero importantes»
Kilian reconoce que le costó años aprender a vivir bajo el foco de la atención pública. «Soy una persona muy introvertida y aceptar esa faceta pública me llevó tiempo hasta que alcancé un equilibrio», desliza.

Pero ahora ha aprendido a explotar honestamente su faceta mediática. «Intento aprovechar esa atención para poder mandar mensajes que considero importantes», como es el caso de su preocupación por el medio ambiente.

O el mensaje que ha lanzado sobre el peligro que suponen las montañas. «La gente quiere inmediatez y no hacer un recorrido. Es como el que arranca un blog y pretende escribir Guerra y paz al día siguiente. Pues no. Hay que tener un recorrido, un proceso», explica.

El ganador de Zegama también ha hecho un llamamiento a los guías. Tras su paso por el Everest en primavera reconoce que alucinó con lo que vio. Algunos lo han calificado de circo.

«El nivel de muchos aspirantes a cima era ínfimo y creo que hay que educar y que los guías deben ser más claros con sus clientes», explica Jornet.

Un trabajo que él trata de hacer en sus redes: «Educar, vender más la experiencia en montaña que la consecución de cimas (…) explicar mi recorrido hasta que llego al Everest, explicar que me entreno en serio y que no estoy en el Everest por capricho».

Nota: Planeta Triatlón