La importancia de tomarse un respiro de la rutina de entrenamiento en el running

Así como nos tomamos unas vacaciones del ámbito laboral que nos permiten despejar la mente y volver a cargarnos de energías para el resto del año, es bueno también relajarnos por un período corto de tiempo de la preparación o rutina de entrenamiento en el running.

Incluso, los entrenadores explican la importancia de “tomarse un descanso mental” de la preparación anual y, durante un período corto de tiempo, que puede ser una semana, salir a correr sin estar pendiente de una planificación, lograr marcas o tener que alcanzar determinados ritmos que nos piden nuestros entrenadores.

“Al menos una semana al año me tomo un período de descanso de la rutina que me brinda mi entrenador, haciendo un ayuno de planes y sesiones programadas. En esos días, salgo a correr sólo por el placer de correr, sin objetivos de ritmos, distancias ni tiempos”, argumentan respecto a su particular período de descanso.

Correr más allá del cronómetro

A pesar de que durante todo el año uno elige el running porque da placer, también proyecta objetivos o metas, que tienen que ver con poder correr a cierto ritmo en carrera, completar pruebas de determinadas distancias, o aumentar la velocidad, entre algunos propósitos.

En cuanto a los motivos que llevan a tomar esta decisión, los runners detallan: “Es una forma de resetear la cabeza, que al igual que los músculos, tendones y órganos también trabaja mucho todo el año y necesita un descanso”.

El tener un descanso de la rutina de entrenamientos trae beneficios.

¿Cuándo me tomo estas vacaciones?

Lo concreto es que no hay una fecha cierta o exacta para tomarse estas vacaciones de la rutina de entrenamiento, pero lo ideal es hacerlo cuando en el horizonte cercano no hay eventos deportivos, objetivos o carreras.

“Normalmente, me tomo para eso algunos días de fin de año, en los que no hay objetivos de carreras en el período cercano”, explica.

Descansos activos

El tomarse vacaciones no significa no entrenar o dejar de salir a correr. Nada más erróneo que pensar en no tener actividad física. “Es parar para volver a empezar, pero sin la necesidad de detenerse”, refuerzan.

Vale recordar que los descansos activos se basan en realizar una serie de movimientos suaves durante un lapso de tiempo breve. Es una actividad de baja intensidad y no importa lo que se haga, sino la forma en la que se lleve a cabo.

Los días en que se realice este tipo de entrenamiento, a lo que se debe apuntar es a realizar movimientos a ritmos cómodos y que no ocasionen fatigas a los músculos, durante un tiempo no muy prolongado.