Los lácteos y el cáncer: más mito que realidad

Estudios que señalan que los lácteos podrían desarrollar células cancerosas, mientras otros afirman que, por el contrario, puede tener un efecto protectivo.

La leche y los productos lácteos forman parte de la alimentación de una buena cantidad de personas. Cuentan con un aporte nutricional importante y son muy beneficiosos especialmente para los runners, porque la leche contiene altas concentraciones naturales de electrolitos, que perdemos cuando corremos y transpiramos.

Solo 250 ml de leche contiene prácticamente la misma cantidad de carbohidratos que el Gatorade (13 gramos vs 15 gramos), una cantidad levemente inferior de sodio (133 miligramos vs 115 miligramos), y una cantidad mayor de potasio (431 mg vs 31 mg).

Sin embargo, y aunque hasta ahora todo parece positivo, también hay posibles riesgos que hay que conocer. Por ejemplo, hay algunos estudios que señalan que los lácteos podrían desarrollar células cancerosas, mientras otros afirman que, por el contrario, puede tener un efecto protectivo.

A continuación algunos datos concretos para que tengas en cuenta y analices.

Cáncer de próstata: la principal proteína que aporta la leche es la caseína, que no afecta la proliferación de células cancerosas de pulmón, estómago, mamas y riñón. Sin embargo, los investigadores sí detectaron una proliferación de células cancerígenas en la próstata.

Cáncer de ovarios: en este sentido los estudios llevados a cabo determinaron que la leche baja en grasa, la leche entera, el yoghurt y la ingesta de lactosa no se puede asociar con un mayor riesgo de cáncer de ovario.

Cáncer colorrectal: este es uno de los tipos más comunes de cáncer en todo el mundo. Y aunque la evidencia es mixta, la mayoría de los estudios indican que el consumo de productos lácteos puede reducir el riesgo de cáncer colorrectal.

Cáncer de páncreas y cáncer de mamas: no se encontró relación entre el consumo de lácteos y el cáncer de páncreas.

Intolerancia a la lactosa: el principal carbohidrato en los productos lácteos es la lactosa.  Y hay un gran número de personas que, en la edad adulta, comienzan a manifestar inconvenientes para descomponerla. Esa es la denominada “intolerancia a la lactosa”, y ocasiona problemas digestivos al consumir lácteos. Esto incluye náuseas, vómitos, diarrea y síntomas relacionados.

En conclusión, la ciencia parece bastante clara respecto a la relación del consumo de lácteos y el cáncer de próstata. En cuanto a otros tipos de cáncer, la relación parece no existir. Más allá de todo, la recomendación sería no abusar del consumo de estos productos.