»No se puede ser mamá y deportista en México», la declaración de Paola Espinosa

«Por el simple hecho de haber sido mamá me quitaron la oportunidad de ser deportista. Prácticamente fue un ‘fuiste mamá porque tú quisiste’», así de tajante lo dice Paola Espinosa, la clavadista mexicana casi al final de uno de los años más difíciles de su vida y carrera al no poder asistir a los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

Envuelta en la polémica, juzgada y atacada por su reclamo ante el actuar de las autoridades deportivas, una de las mayores glorias deportivas de la historia del país compartió con Yahoo! en Español cuáles son las dificultades que enfrentan las mujeres para poder desempeñar una carrera como atleta de alto rendimiento, algo que en su momento, ni medios ni la gente en redes sociales tomó en cuenta a la hora de referirse a ella.

Y si una decisión le costó compaginar con su carrera por las condiciones de desigualdad de género, esa fue la de ser madre, pues asegura que México aún no está listo para abrir espacios a las deportistas que decidan la maternidad.

«No hay cabida para ser mamá y deportista en este sistema, entonces no se me brindó el apoyo necesario para que yo pudiera seguir entrenando».

La ganadora de la medalla de bronce en Pekín 2008 anunció el embarazó de su hija Ivana en enero 2017, sin embargo, durante esta etapa nunca dejó de ejercitarse ya que tomaba clases de natación para embarazadas, hacía bicicleta y visitaba el gimnasio para hacer rutinas sin peso pero que le ayudaran a tonificar su cuerpo; además, posterior a la llegada de su pequeña continuó practicando y participó en diferentes competencias.

Palos en la rueda

Para Paola Espinosa, las dificultades para compaginar la maternidad con el deporte en México son bastantes, sobe todo si se compara con otras naciones que ya se están haciendo esfuerzos importantes para que las mujeres puedan seguir practicando intensamente sin dejar a un lado a sus hijos, como sucedió en Tokio 2020, cuando el comité organizador de los Juegos Olímpicos autorizó que las atletas que se encontraran lactando pudieran seguir haciéndolo, permitiendo que las y los menores acompañarán a las deportistas a Japón.

‘’México todavía no está preparado para incluir a las mamás en el deporte de alto rendimiento, al deporte olímpico. Es una lástima porque en muchos países ya se está abriendo esta puerta’’.

Maternidad, deporte y COVID-19

La ocho veces medallista panamericana describe la dura etapa que tuvo que vivir durante la pandemia de COVID-19, cuando la Comisión Nacional de Cultura Física y Deporte (CONADE) implementó una ‘’burbuja’’ como parte de su protocolo sanitario para evitar contagios de coronavirus.

Durante 2020, el Centro Nacional de Desarrollo de Talentos Deportivos y de Alto Rendimiento (CNAR) se volvió un espacio a puerta cerrada, es decir, los deportistas que ingresaran para entrenar no podrían salir.

‘’Viene la pandemia y estábamos ya muy cerca de los Juegos Olímpicos ( Tokio 2020), de repente a alguien se le ocurrió hacer una burbuja y nos iban a encerrar en el CNAR. Nos dijeron que quién no se metiera al CNAR no tenía derecho de competir en ningún selectivo, ni ser parte de la selección o ser considerados para Juegos Olímpicos.

Yo expuse mi caso. Les hice saber que no era como el de los demás. Comenté ‘yo soy mamá. Mi hija tiene tres años y depende 100% de mí. No me puedo ir tanto tiempo a encerrar’. La respuesta fue un ni modo, tienes que hacer un sacrificio porque tienen que encerrarse, porque sino no van a ser tomados en cuenta para Juegos Olímpicos’’.

Entonces, Paola Espinosa realizó un esfuerzo monumental al tomar la decisión de formar parte de este grupo de personas que entrarían a la burbuja pese a que esto significara separarse de su hija por algunas semanas, sin embargo, esperaba que las autoridades la apoyaran para lograr llevar su carrera al siguiente nivel sin alejarse de su pequeña. Desafortunadamente no fue así.

Una de las situaciones más complejas de este hecho fue que su hija tuviera que quedarse sola (sin ninguno de sus dos padres) debido a que el padre de la menor y pareja de la deportista, Iván García, también es clavadista de alto rendimiento y por lo tanto estaba obligado a entrar a la burbuja para ser tomado en cuenta para las siguientes competencias.

Yo hablé con la directora de la CONADE (Ana Guevara) para pedirle que me dejará salir a ver a mi hija o para que ella pudiera entrar, la respuesta siempre fue un rotundo no.

Para mí fue muy triste estar encerrada porque en ocasiones mi mamá o mis suegros, que son quienes me ayudan con mi hija, me llamaran y me pasaran a la niña llorando preguntándome cuándo iba a regresar. Ella se quedaba dormida entre lágrimas . Estos fueron momentos muy duros, difíciles y tristes porque no existe un apoyo por parte de las autoridades’’.

Falta de empatía

Abundó al respecto de la falta de solidaridad y empatía que existe hacia los deportistas por parte de quienes se encuentran dirigiendo el deporte en México, ya que considera que en ocasiones se les olvida que los atletas no son máquinas sino personas que sienten.

‘’Yo no esperaba un trato especial simplemente quería humanidad y empatía de parte de una mujer, de la directora de la CONADE, y no hubo nada de eso’’.

Paola Espinosa invitó a reflexionar sobre el hecho de que ser mamá no está peleada con conseguir lo que se desea, ya que cuando existe el apoyo es mucho más fácil llevar a cabo las actividades pertinentes para destacar en lo que se anhela.

‘’Yo siempre he dicho que ser mamá no está peleado con seguir cumpliendo tus sueños, con ser deportista de alto rendimiento. Simplemente es que somos mamás pero seguimos entrenando’’.

Finalmente, llamó a las dependencias y dirigentes del deporte en México a apoyar a las atletas de alto rendimiento que sean mamás o decidan serlo, así como a evitar ponerlas en una situación en donde deban elegir la maternidad o ser atletas profesionales.

Nota realizada por Karla Angélica Castro Yáñez y publicada en Yahoo Sports.