Los riesgos de correr con resaca

Puede provocar deshidratación, acumulación de toxinas, agotamiento, calambres o molestias musculares e incluso riesgo cardiovascular.

El entrenar o salir después de una noche de excesos, ya sea por comer mucho, o principalmente por haber tomado varias cosas de más, no es algo que esté prohibido, pero sí puede generar un mayor porcentaje de riesgo de lesión.

El exceso de porcentajes etílicos en tu cuerpo afecta directamente a los riñones y al hígado. Con el objetivo de sintetizar el alcohol, atravesando un proceso de deshidratación y acumulación toxinas y residuos, ambos organismos necesitan un mayor volumen de agua, por lo que se genera sed en cada una de las personas.

El consumo de alcohol inhibe la hormona que controla la reabsorción de agua, lo que provoca agotamiento o la aparición de calambres o molestias musculares.

Además, el hecho de aumentar las chances de lesionarse es a causa de la acidosis (acumulación de ácido), que se une al exceso de producción de ácido láctico.

Como si eso fuera poco, el riesgo cardiovascular crece dado que la frecuencia cardíaca es más elevada y el esfuerzo del corazón es mayor.

Por lo que si bien no está prohibido entrenar luego de una noche en la que hubo exceso de alcohol, tampoco es lo más aconsejable a la hora de buscar una mejora en el rendimiento.